El tesoro de la misteriosa civilización de Tartessos constituye una maravilla de joyas en oro manufacturadas en nuestra querida Península Ibérica.
Pues bien. Se quiso poner un hotelazo encima de donde se encontró. No salió la cosa. ¿Se puede empeorar? ¿Cómo no? El yacimiento queda ahora debajo de un vertedero. ¡Ah! ¿Que suena increíble? Mi querida España, esta España mía, esta España nuestra… Lean el enlace, lean, y no caigan de espaldas del susto.
https://elpais.com/cultura/2020/01/09/actualidad/1578572839_859425.html